martes

54. UG Krishnamurti


Uppaluri Gopala Krishnamurti
(1918-2007)


-1-
El estado natural, es un estado de no conocimiento.
Cuando estamos en él, no sabemos qué es lo que percibimos, pues todo lo que nos han enseñado y hemos aprendido desde niños, que es lo que usamos para interpretar su significado, se mantiene en un segundo plano, hasta que necesitamos saber realmente qué es lo que estamos percibiendo.
Entonces, la respuesta surge de inmediato y a continuación regresamos sin más al estado natural, en el que siempre reina una inmensa paz y la vida es simplemente consciente de sí misma.


-2-
En realidad, siempre hay una separación entre dos sensaciones, pero el pensamiento dirige la actividad de los sentidos, para darse continuidad a sí mismo.
En el estado natural, cada sentido funciona independientemente y solo se coordinan temporalmente, cuando es necesario.
Y lo mismo ocurre con las sensaciones.


-3-
Tampoco hay ningún yo mirando las montañas o los árboles.
Por el contrario, todo nos mira a nosotros.
La consciencia es como un espejo que refleja cualquier cosa que esté frente a ella.


-4-
Una vez que estamos en el estado natural, todo ocurre por sí mismo.
De hecho, es precisamente nuestro esfuerzo por cambiar, lo que nos saca de nosotros mismos y evita que funcionemos de la manera natural, estableciendo un contacto vivo con las cosas que están presentes, sin pensar en las que no lo están.
Cuando algo sale del alcance de nuestra percepción, sencillamente desaparece de la consciencia.


-5-
Las palabras aparecen en respuesta a las cuestiones, pero sin nadie que esté pensando y responda.
El estado natural se expresa por sí mismo.


-6-
Sin un yo, el diálogo interno y la comprensión no son posibles, queda simplemente el estado natural de todo ser vivo, la actividad de los sentidos funcionando sin la interferencia del pensamiento.


-7-
No existe la iluminación permanente, darnos cuenta de ello, es la verdadera iluminación suprema.


-8-
No hay nada dentro de nosotros, salvo la totalidad del conocimiento acumulado y eso es todo lo que somos.


-9-
Reconocemos lo que percibimos, porque el pensamiento traduce las sensaciones, pero a la vez nos separa de lo percibido creando el yo, que con su atención constante, une los pensamientos entre sí, hasta aparentar un flujo continuo que forma el ruido insoportable que queremos evitar con la meditación.


-10-
Si no podemos ni siquiera experimentar directamente la realidad del mundo en el que estamos funcionando, mucho menos podremos experimentar el más allá o la realidad suprema, que son solo invenciones del pensamiento.


-11-
La consciencia no es un estado dual, no hay algo de lo que ser conscientes, ni alguien que sea consciente de ello, es simplemente la acción del cerebro.


-12-
Si logramos ser solo consciencia sin pensamientos por un momento, la continuidad de la vida se rompe, la ilusión de la experiencia y del yo desaparecen y todo recupera su ritmo natural, en el que la percepción deja de ser permanentemente interpretada.


-13-
Cualquier cosa que experimentemos, está creada por el conocimiento que tengamos de ella.
Fuera de ese conocimiento no hay ningún ser, ningún yo, espíritu, alma ni mente.
Cuando los pensamientos no están, solo queda el funcionamiento físico del organismo, porque en nosotros no hay nada ni nadie.


-14-
No hay una mente tuya y una mente mía, sino solo una mente única que es la totalidad de todo lo conocido, sentido y experimentado por el ser humano y que nos ha sido transmitido de generación en generación.
Todos estamos pensando y funcionando en una misma esfera del pensamiento, igual que todos compartimos la misma atmósfera para respirar.
Pensamos, sentimos y experimentamos el acumulado común de nuestra sociedad y le otorgamos realidad.


-15-
Cada vez que nace un pensamiento, nacemos nosotros.
Cuando el pensamiento desaparece, desaparecemos nosotros también.
Pero el yo no deja ir los pensamientos, porque son su continuidad.
La única manera de librarnos de la identidad, es acabar con la continuidad ilusoria del pensamiento, que es donde reside esa identidad.


-16-
Realmente, no hay ninguna entidad permanente en nosotros, ni tampoco ninguna totalidad de pensamientos y experiencias.
Creemos que hay alguien pensando nuestros pensamientos y alguien sintiendo nuestros sentimientos, pero aunque no nos lo parezca, es solo una ilusión más.


-17-
Cada vez que nace un pensamiento, se crea un punto de referencia desde el que poder experimentar las cosas.
Cuando no hay pensamientos, nos es imposible experimentar nada, ni relatar algo inexistente.


-18-
El error fundamental, es creernos separados de la totalidad de la vida, y el mismo intento de volver a ser uno con ella, solo nos separa aún más.
Es el pensamiento el que nos está separando de la totalidad de las cosas, al empujarnos a ser algo distinto de lo que ya somos, que es precisamente nuestro estado natural.
Nos pasamos la vida entera dentro del reino del pensamiento, lo cual nos desconecta antinaturalmente de la vida.


-19-
El estado natural no es un estado de ausencia de pensamiento, pues este es necesario para sobrevivir, sino que el pensamiento deja de asfixiarnos y recupera su ritmo natural.
Ya no hay más un yo permanente que lea todos los pensamientos y piense que son suyos, ni lo que percibimos es diferente del que lo está percibiendo.
Cuando dejamos de tratar de comprender o de intentar cambiarnos, lo que queda es el estado natural.


-20-
Para poder estar aquí siempre, estamos obligados a reconocer continuamente aquello que estamos percibiendo, hablando con nosotros mismos sobre ello.
En el momento en que traducimos la percepción en los términos de nuestro conocimiento, el yo está aquí.
Vamos diciéndonos a nosotros mismos todo el tiempo qué es aquello que percibimos a través de los sentidos, para estar permanentemente pensando en algo, porque cada vez que un pensamiento nace, nace el yo y cuando el pensamiento no está, el yo tampoco está.


-21-
El yo no se retira del pensamiento ni lo deja ir, porque es lo que le da su ilusoria continuidad.
Etiquetar es necesario para comunicarnos con alguien o con nosotros mismos, pero es que nosotros nos estamos comunicando con nosotros mismos todo el tiempo, porque si no lo hacemos, no estamos aquí.
Y esa perspectiva es sencillamente aterradora.


-22-
El acontecer es un movimiento sin dirección, tratamos de canalizar ese movimiento para lograr obtener algo de felicidad, pero en realidad, lo que nos hace infelices es la búsqueda de algo que no existe más que en el pensamiento.


-23-
Tenemos que llegar de alguna manera al punto donde ya no podemos hacer nada más que dejar que todo sea lo que es, rendirnos totalmente desamparados hasta que nada nos quede por hacer y todos los esfuerzos dirigidos a obtener algo, hayan llegado a su fin.


-24-
El sabio está en la no dualidad, allí no sabe que es libre, porque no hay un yo que se lo diga y solo está allí, liberado de todo su pasado.
No tenemos mayor significado que cualquier otra cosa en este planeta.