martes

55. Thich Nhat Hanh


Thich Nhat Hanh
(1926-2022)


-1-
Somos prisioneros de la sociedad y nuestra vida está controlada por lo que ocurre en nuestro entorno.
Vivimos perdidos en los pensamientos, incapaces de regresar a nuestro verdadero ser.¹
Hacernos conscientes de lo que hacemos, decimos y pensamos es comenzar a enmendar este error, para vivir en la realidad en perfecta consciencia de todo nuestro ser.²


-2-
Hay un enorme abismo entre las cosas dinámicas y vivas conectadas con otras cosas de las que dependen y el concepto estático y fijo que tenemos de ellas.
El mundo de los conceptos es diferente del mundo de la realidad, donde todo es impermanente y se transforma sin cesar, por lo que nada puede mantener una identidad propia estable y fija


-3-
Tras la iluminación ya no vemos las cosas como entidades separadas, sino como la manifestación de la realidad no dual que se revela completa y totalmente en el momento del despertar, que nada nos añade ni nos resta⁴, pero a partir del que las emociones basadas en los conceptos ya no nos afectan más.⁵


-4-
La única manera de reconocer esta mente única, que no es la facultad dualista de concebir y discriminar, es regresar a nosotros mismos y ver dentro de nuestra propia naturaleza.⁶


-5-
Creemos que debemos deshacernos del mundo ilusorio de los fenómenos para alcanzar el mundo de la mente verdadera, pero este mundo del nacimiento y la muerte es ya el mundo de la realidad, no hay realidad aparte de los árboles y las montañas.⁷


-6-
Todo es mente, la mente es la materia y la materia es la mente, la mente no existe fuera de la materia y la materia no existe fuera de la mente, esta es la no dualidad de mente y materia.⁸


-7-
Si vemos las cosas en su verdadera naturaleza, tras comprender la impermanencia, la no identidad, la interdependencia y el vacío,⁹ nos liberamos del temor causado por sostener conceptos como la existencia y la no existencia, el nacimiento y la muerte, que son solo imágenes ilusorias¹⁰ y podemos seguir viviendo en paz y libertad en el mundo del karma.¹¹


-8-
Todo es lo que es, esta es la mente de la iluminación suprema que no puede ganarse ni perderse, la realidad no dual que trasciende las palabras y los conceptos, aquello que nada contiene abarcándolo todo y que no puede crecer ni disminuir.¹²


-9-
Seguir el camino medio no es vivir equidistantes de ambos extremos, ni hacer una síntesis entre conceptos opuestos, sino trascenderlos por completo.¹³


-10-
La vida de hoy en día está organizada en torno a la razón, participamos en ella solamente con la parte intelectual dualista de nuestro ser, el resto más profundo e importante queda inconsciente.
Vivimos desconectados de los cimientos de nuestro ser, confiando solo en la racionalidad.
De aquí nace el sentimiento de aislamiento y soledad que sufrimos y que hace que nuestra humanidad sea más y más mecánica.
El único remedio definitivo es recuperar la consciencia de nuestra verdadera naturaleza original, la no dualidad.¹⁴

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MIS COMENTARIOS

²¹ Vivimos permanentemente pendientes de los pensamientos, que volcados en los estímulos de los sentidos, elaboran con la información que de ellos reciben nuestros hábitos de comportamiento, nuestras tendencias y nuestras preferencias, ya que estamos plenamente identificados con el personaje social que guarda su historia personal en la memoria.

² Esta enseñanza consiste en estar plenamente presentes, sin dejar que la atención se escape del aquí y ahora con los pensamientos.

³ Aquí el mundo de la realidad es la manifestación, que es única como Única es la Consciencia que se manifiesta. Sin embargo, el pensamiento discrimina ilusorias partes idealmente separadas entre sí, a las que dá nombre y atribuye características propias, solo para comprobar que la impermanencia subyacente hace imposible cualquier construcción duradera.

⁴ Tras el reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza original, ya no vivimos escogiendo unos pedazos del mundo para rechazar otros, sino incluidos en un todo que sigue su propio ritmo. Y nuestros semejantes están con nosotros, pero sus miradas perdidas nos dicen que no lo saben.

⁵ El mundo ilusorio dibujado por el pensamiento conceptual pierde su prioridad y preferimos disfrutar al acaso desapegados de todo, antes que involucrarnos emocionalmente en sus interpretaciones interesadas.

⁶ Es siempre un camino de regreso a la sencillez original donde solo percibimos, para volvernos hacia el interior e indagar en lo que verdaderamente somos.

⁷ El pensamiento nos dice que una vez alejados de ellos y del mundo, en algún lugar de nuestro interior encontraremos un secreto, pero repentinamente el viaje desaparece con el viajero y su propósito y resurgen las montañas, el cielo y el mar dentro de nosotros mismos.

⁸ Mente no es aquí el espacio por el que se mueven los pensamientos, sino la Mente Única fuera de la cual nada existe, la no dualidad inabarcable, el Vacío Absoluto y el mundo cotidiano en perfecta armonía.

⁹ La verdadera naturaleza de todo, no son los conceptos fijos cargados de características concretas, sino el fluir del proceso de la vida donde nada llega nunca realmente a ser algo concreto y estable separado del resto por ser diferente.

¹⁰ El nacimiento y la muerte son solo el movimiento interminable de las apariencias sin un fondo que las resalte.

¹¹ El mundo del karma es el único mundo disponible, podemos fundirnos con él o pensarlo, eso es todo.

¹² El estado mental original vacío de cualquier contenido y esfuerzo, es uno con la interminable manifestación inabarcable que nos incluye, donde nada sobra ni falta y todo encaja por sí mismo a la perfección.

¹³ Solo el pensamiento divide el todo en trozos que amontona unos frente a otros para dedicarse a elegir entre ellos y pedir que los cambiemos contínuamente de lugar, sin darse cuenta de que jamás los va a poder organizar a su modo, porque son solo una enorme forma sin nada dentro que no deja de cambiar.

¹⁴ En un mundo previamente dividido ilusoriamente en pedazos que sirven y pedazos que no, es imposible volver a percibir la imagen total. Solo nos la puede dar el reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza original, que en su vacío no dual lo abarca absolutamente todo.