Aquí se señala directamente nuestra verdadera naturaleza original, para que todos podamos reconocerla y confirmarla por nosotros mismos, sin necesidad de conocimientos, preparación, ni práctica alguna y liberados del innecesario sufrimiento originado por haber confundido lo que realmente somos, vivir por siempre en plenitud, en dicha y en paz.
Solo agotando las palabras y vacíos de pensamientos, podremos reconocer nuestra esenciano dual única, que carece de forma y nombre, es luminosa y permanece absolutamente en calma.