Hae Am
(1886-1985)
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Para liberarnos del sufrimiento y dar respuesta a la pregunta de quiénes somos en realidad y qué son el nacimiento y la muerte, debemos descartar todo lo exterior antes de comenzar la introspección, y continuar entonces con ella, hasta alcanzar la tranquilidad y la pureza originales de nuestra mente.
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Así podremos experimentar finalmente, el reconocimiento de la naturaleza no dual de nuestro verdadero ser, nuestro rostro original que no ha sido creado ni puede ser destruido.
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Olvidamos nuestra verdadera naturaleza original, porque la mente pura se esconde tras las impurezas, la ilusión y el deseo que nuestra búsqueda sincera acaba eliminando.
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Todos podemos ver cosas con los ojos, pero un cadáver también tiene ojos y sin embargo no ve.
Hay por tanto algo independiente de los ojos físicos que ve a través de ellos, pero sin importar cuánto lo busquemos, nunca logramos encontrar nada.
Aceptar este sencillo reconocimiento, elimina todo lo que cubría nuestra naturaleza.
Entonces los opuestos desaparecen y quedamos liberados del sufrimiento, de la vida y de la muerte.
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La causa del nacimiento y la muerte, es nuestra identificación con el cuerpo físico, cuando en realidad nuestra naturaleza brillante y divina, ilumina cada ser del universo entero.
Se expresa cuando vemos los colores o escuchamos los sonidos y queda en calma cuando no hay color ni sonido.
Es en estos momentos de quietud, que puede producirse la espontánea expresión de nuestra naturaleza, sin objeto alguno como referencia.
Esto es lo que ni los sabios pueden transmitir.
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En esta aparición espontánea de nuestra naturaleza, todas las tendencias kármicas quedan superadas y nuestra esencia no dual brilla en todos lo seres del mundo, sin por ello experimentar merma alguna.
