martes

45. Nisargadatta


Maruti Shivrampant Kambli/
Nisargadatta Maharaj
(1897-1981)


-1-
La consciencia de ser es lo primero que aparece sin haberla invitado y con ella se inicia la dualidad.¹


-2-
En el momento en que sentimos que somos, dentro de la consciencia se crea el espacio donde aparecen a la vez el cuerpo y el mundo.²


-3-
La consciencia se identifica natural y automáticamente con la forma del cuerpo dentro de la cual se siente y que percibida a través de los sentidos le parece tan real, como el mundo del que a partir de entonces creerá estar separada.³


-4-
La consciencia entra entonces en movimiento y aparece la mente y toda la manifestación.
Surgen las impresiones, percepciones, sensaciones, sentimientos y pensamientos, que comienzan a cubrir la consciencia de nombres, formas, conceptos, posesiones y muchas más características, que aunque no alteran la pureza original de la consciencia, van constituyendo la persona con la que acaba identificándose, aceptando como propio todo aquello que esta cree ser.⁴


-5-
Desde que la consciencia está latente en el embrión y hasta los dos o tres años, fundidos con el Absoluto somos solo dicha, vigilia y sueño.
Pero tras la aparición de la persona, la consciencia que solo atestigua cree ser el actor de las acciones que surgen en respuesta a los estímulos sensoriales y comienza a experimentar conceptos como el karma, el dolor, el placer, el sufrimiento y el temor a la muerte.⁵


-6-
Para reconocer lo que verdaderamente somos, debemos desandar el camino retirando todo lo añadido en la consciencia, hasta dejarla desnuda como en su día apareció y simplemente atestiguar desde la quietud, rehusándonos a entretener cualquier otro pensamiento, hasta conseguir establecernos firmemente en ella.⁶


-7-
Entonces, con la mente en calma dejamos de ser individuos y todo empieza a ocurrir espontáneamente en nuestra consciencia, sin nuestra participación activa.
En este proceso, la persona se ha fundido con el testigo, el testigo con la consciencia y más adelante, la consciencia se funde por sí misma con el Absoluto sin que perdamos la identidad, sino solo sus ilusorias limitaciones.⁷


-8-
Cada vez que no necesitemos usar el pensamiento durante el transcurso de nuestra vida diaria, debemos regresar a la contemplación de nuestra consciencia de ser sin forma y desnuda de cualquier característica.⁸


-9-
Poco a poco comprobaremos que las actividades del mundo se van agotando ante nuestra falta de respuesta, que todas nuestras necesidades van siendo satisfechas y que en realidad todo ha estado ocurriendo espontáneamente desde siempre.⁹


-10-
Una vez que comprendemos que somos la consciencia sin nombre ni forma, que no está encadenada a la persona ni al cuerpo, recuperamos nuestro estado natural y la consciencia queda liberada sin más entidad tras ella que el Absoluto.¹⁰


-11-
Ser uno con nuestra consciencia es todo lo que podemos hacer, porque el último paso de trascenderla y estabilizarnos por completo en el Absoluto, debe ocurrir por sí solo y es imposible predecir cuándo sucederá en cada uno.¹¹


-12-
La consciencia en movimiento es la mente, que solamente puede percibir y conocer aquello que cambia, no lo eterno e inmutable.¹²


-13-
Lo que escucha expectante en nosotros cuando nos llaman por nuestro nombre, es la mente en reposo, la consciencia pura y sin forma anterior a cualquier conocimiento, pero que identificada con el cuerpo y la persona aún no se ha reconocido como tal.¹³


-14-
Cuando la mente se aquieta, las identificaciones desaparecen, la consciencia se hace consciente de sí misma y se funde con el Absoluto.
Decimos entonces que hemos alcanzado la realización.¹⁴


-15-
Nuestro verdadero hogar es un principio que comprende, se da cuenta y atestigua.
Es el Absoluto sin atributos anterior a la consciencia, que no se conoce a sí mismo y que acepta la dualidad al asumir el estado de ser y manifestarse entre la impermanencia y el continuo cambio.
El conocedor de todo esto es eterno, no posee vida, es pura no dualidad.¹⁵


-16-
En realidad hay un solo estado, cuando es distorsionado por la identificación con el cuerpo se le llama persona, cuando está coloreado por la consciencia de ser es el testigo y cuando no tiene límites se le llama Absoluto.¹⁶


-17-
Nada hay que temer al morir, el tiempo llega a su fin pero nosotros no.
Simplemente la consciencia que estaba limitada por el cuerpo en vida de este, se hace ilimitada y desaparece junto con el cuerpo y el aliento vital, quedando solo el Absoluto que no sabe que es, nuestra verdadera naturaleza original.¹⁷
Este es el estado que debemos alcanzar en vida y en el que debemos permanecer en el momento de la muerte, de lo contrario nos veremos envueltos en los conceptos de la mente y naceremos de nuevo de acuerdo al último pensamiento que entretengamos.¹⁸
No debe haber más pensamiento que el de que somos la dicha perfecta, porque nuestro estado corresponderá con lo que creamos ser.
Esto es así ahora y será también así entonces.¹⁹


-18-
No olvidemos que lo que queda cuando todo lo demás se ha extinguido, es nuestra verdadera naturaleza.²⁰

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MIS COMENTARIOS

¹ La consciencia de ser, el hecho inevitable de saber que estamos siendo, que somos una entidad consciente de ser, aparece sin más. Aunque al inicio no tenemos manera de organizar qué es qué, pero la dualidad se pone en marcha.

² Al principio, en el tiempo y el espacio percibimos el cuerpo y el mundo sin una separación clara entre ellos.

³ La consciencia de ser cree ser el cuerpo y se identifica con él, dejando el mundo como algo ajeno.

⁴ La consciencia en movimiento es lo que llamamos mente, que son los pensamientos que discriminan, identifican e interpretan lo percibido formando el mundo que es percibido desde el sujeto en el cuerpo, con el que se identifica la consciencia y que va acumulando la historia personal en la memoria.

⁵ Suena hasta ridículo, pero la persona que creemos ser y que debe toda su existencia precisamente a esta creencia, cree actuar en respuesta a lo que creemos percibir en el que creemos que es el  mundo exterior y creemos que estas acciones tendrán un resultado que creemos que efectivamente tienen. Pero es todo una creencia ilusoria del pensamiento, que al oponerse a lo que sí creemos que es ilusorio e irreal, constituye lo que creemos que es la única realidad posible, hasta que pasamos a creer que es la consciencia testigo, dios, la Consciencia Única, Brahman o cualquier otra creencia, fundamentadas todas en el mismo vacío imposible de fijar o establecer como base para que unas creencias sean verdaderas, erróneas, mejores o peores que otras.
'Todo es lo que creemos que es.' Vedas.

⁶ Esta es la consciencia testigo, el testigo silencioso de la experiencia capaz de alterar los hábitos de comportamiento de la persona y de retirar la atención y el interés de los pensamientos, lo que equivale a establecerse en el estado mental original, dejando que la manifestación se desarrolle espontáneamente según el devenir.

⁷ Aquí se muestran los cuatro pasos tradicionales en el sendero de la liberación y que cito con más detalle en el punto 14 del Apéndice I 'La Doctrina Comentada' de este blog.
Sustituyendo hábilmente la palabra 'identificación' por 'fundir', se evita tener que responder a la pregunta crucial de 'quién o qué es lo que pasa de un estado a otro' y que resuelve la existencia a su propio vacío esencial.
En cualquier caso, el paso 3 es la persona que se funde en el paso 2 con el yo soy testigo de la percepción y este con el paso 1 de la Consciencia Única manifestada, que acaba fundiéndose también con el Vacío Absoluto que es el punto 0 y que en su no dualidad abarca a los otros tres.
Y es que el vacío es la forma y la forma es el vacío, como insuperablemente afirmó Shakyamuni.

⁸ La permanencia en el estado mental original es considerada la práctica suprema, pues antes del reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza nos situamos voluntariamente donde tras este reconocimiento estaremos inevitablemente. Es por esto que se dice que la Atención Plena, la Presencia o el Zazen, no son prácticas que conduzcan a la iluminación, sino ya la iluminación misma.

⁹ Esto fue bella y certeramente expresado por Mooji: 'Si nos identificamos con el cuerpo y la persona, será responsabilidad de la persona cuidar de su propia vida, pero si nos identificamos con el Ser, entonces el Ser cuidará del cuerpo.' Por eso la renuncia a uno mismo y el abandono total en Dios, está considerada la decisión más elevada que puede tomar un ser humano.

¹⁰ Esta desidentificación total en el Vacío del Absoluto inseparable de su propia manifestacion, es la liberación total y su expresión es la iluminación suprema.

¹¹ Se refiere nuevamente a la práctica suprema de permanecer como yo soy desnudo, dejando la manifestación al devenir.

¹² El movimiento de la consciencia es la mente y los pensamientos, preparados para enfocarse junto con los órganos de los sentidos en el mundo externo del samsara. Sin embargo, volver todo este aparato hacia nuestro interior mediante la introspección, nos lleva hasta su propio límite, alcanzado el cual el pensamiento se detiene noblemente para dejarnos pasar en vida a la liberación total del Vacío Absoluto.

¹³ Aquí se refiere a la consciencia testigo o yo soy desnudo de cualquier característica añadida, el estado mental original que atravesamos en muchas ocasiones en el trascurso de nuestra vida diaria sin darle el valor que tiene y prefiriendo volver a entregarnos lo antes posible a las historias urdidas por los pensamientos.

¹⁴ Un impecable resumen del camino de regreso al Vacío de nuestra verdadera naturaleza original, que puede darse de una vez si dejamos de imaginar los obstáculos ilusorios que parecen impedir que reconozcamos ser simplemente lo que ya somos.

¹⁵ Esta es la definición positiva del Vacío eterno, que suele usarse con el fin de evitar que quien lo escucha pueda dañarse al caer en la errónea idea de la vacuidad del Vacío que es uno con la forma.

¹⁶ De nuevo se resume el sendero de regreso a la liberación, esta vez en tres pasos desde la persona, pasando por el testigo y terminando en la unidad, o mejor en la no dualidad del Absoluto y su manifestación.

¹⁷ En el momento de la muerte, el yo soy, la fuerza de la vida y el cuerpo desaparecen y dejan solo nuestra verdadera naturaleza original.

¹⁸ Una vez reconocida nuestra verdadera naturaleza original, nos establecemos inevitablemente en el estado mental original, que es donde debemos permanecer también en el momento de la muerte, para no ser engañados por el pensamiento como ocurre durante los sueños o la vigilia y tal vez quedarnos atrapados en algún tipo de ilusión afín a nuestras creencias.
Por eso es tan importante reconocer nuestra verdadera naturaleza original en vida.

¹⁹ Nuevamente incide en que somos lo que creemos ser, porque 'todo es como creemos que es.'

²⁰ Y por eso, a falta de una descripción y un nombre mejores, la llamo Vacío.