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la iluminación suprema


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LA CITA DIARIA - 22/11/24
"Cuando vivimos como personas trazando continuamente estrategias para manejar la vida, esta fluye como un río, pero un río de barro.
Cuando nos damos cuenta de que somos el Ser, que somos la vida misma y nos mantenemos simplemente presentes sin que la atención se quede atrapada en nada, fluimos como un río de luz.
Y ya no necesitamos empujar ni ocuparnos de nuestra vida para nada nunca más."
Mooji.



 Dejar de padecer la incertidumbre, la insatisfacción, la ansiedad, la angustia, la inseguridad y el sufrimiento de la existencia es posible para cualquiera en este mismo instante, pues ya tenemos todo lo necesario para reconocer nuestra verdadera naturaleza y vivir en la permanente dicha, plenitud y paz que en realidad somos.

  Despertar a la no dualidad no es un logro más del aprendizaje, de la práctica o del conocimiento, ni tampoco es llegar a ser nada que no seamos ya, sino reconocer nuestra verdadera naturaleza al retirar la atención y el interés del argumento subjetivo del pensamiento conceptual, que sin saberlo nos mantiene atrapados en la historia personal que sostenemos y alimentamos sin cesar con nuestro diálogo interno.

  Desidentificados de todo en esta espontaneidad sin forma que en realidad somos y que todo lo abarca sin esfuerzo mientras se despliega por sí sola, las formas fluyen y se transforman en absoluta libertad de acuerdo a las circunstancias sin perder su esencia vacía al hacerlo, lo cual constituye la iluminación suprema.   2011/2024

(Contacto, dudas, consultas y comentarios son bienvenidos a través del formulario al final de la página.)



Mi Introducción Final

I. DORMIDOS
II. EL SUEÑO
III. LA ILUSIÓN
IV. EL REMEDIO
V. REPROGRAMANDO
VI. LAS HERRAMIENTAS
VII. EL DESPERTAR
VIII. LA LIBERACIÓN


I. DORMIDOS


-1-
Tal vez sin saberlo, nuestra atención se encuentre atrapada y totalmente a merced de las diferentes funciones intelectuales.
Y vivamos solo pendientes de sus imágenes, conversaciones internas, conceptos, ideas, nociones, recuerdos, hábitos, tendencias, temores, sensaciones, emociones, deseos, gustos, disgustos, opiniones, imaginaciones y creencias.
 

-2-
Acostumbrados a percibirlo todo a través del pensamiento como única forma posible de vivir, los contenidos psíquicos conscientes e inconscientes, distintos en cada individuo y adquiridos mediante el aprendizaje y la experiencia desde niños, nombran, definen, identifican e interpretan sin nuestra participación voluntaria, todo lo que percibimos.
 

-3-
Esta interpretación automática que aceptamos por completo y cuya estructura crece y se desarrolla por sí misma hacia donde encuentra afinidad y resonancia, determina nuestro temperamento, carácter y personalidad, los pensamientos, sentimientos y emociones que entretenemos, el mundo en el que actuamos y vivimos, y todo lo que constituye nuestra realidad como individuos.
 

-4-
Para cuando tenemos uso de razón, ya disponemos de una historia personal no siempre satisfactoria, con la que nos identificamos y en la que solo podemos tratar de sobrevivir y de prosperar en nuestra búsqueda de la felicidad.
 

-5-
Con nuestros pensamientos, sentimientos, acciones, aprendizaje y experiencia, seguimos escribiendo más y más capítulos de esta historia personal, que con sus constantes estímulos y emociones, atrapa por completo nuestra atención y nos condiciona a seguir su curso sin remedio.

 
-6-
Si nos dejamos atrapar en la interpretación de esa historia trenzada por el pensamiento, nos pasaremos la vida combinando los mismos conceptos que ya conocemos, para huir de la necesidad y el dolor, y tratar de alcanzar una felicidad perfecta, segura y permanente, imposible de lograr entre la dualidad del pensamiento conceptual, pues donde hay placer hay también dolor, donde hay felicidad habrá desdicha y tal como todo aparece, después de algún tiempo desaparece.
 
 

 
II. EL SUEÑO


-7-
Nos encantan las historias, son nuestro motivo para sentir, emocionarnos, mantenernos ocupados y actuar.
Y la nuestra es solo una historia más, un cuento, un relato que vivimos erróneamente como propio, al identificarnos con esa persona que lleva nuestro nombre y habita nuestro cuerpo, sin darnos cuenta de que desidentificados de sus características y atributos, podemos cambiar la interpretación que de esa historia personal hace el pensamiento, en vez de aceptarla pasivamente como hacemos.


-8-
Hemos conseguido despertar de la ilusión de Santa Claus y de alguna más, pero toda la interpretación que del mundo hace el pensamiento, es tan subjetiva e ilusoria como lo es el contenido de un sueño al despertar.

 
-9-
Comprender intelectualmente todo esto o incluso experimentarlo fugazmente, puede ayudarnos a desidentificarnos de los conceptos del pensamiento y empezar a suavizar los hábitos, condicionamientos y creencias que nos atrapan, aunque no debemos darnos por satisfechos hasta establecernos por completo en nuestra verdadera naturaleza original, la no dualidad.


-10-
Las doctrinas, credos, técnicas, métodos, aprendizajes, actividades y prácticas que nos ofrece la sociedad y la gran mayoría de los caminos religiosos o espirituales, suelen ignorar el objetivo de liberarnos de la ilusoria dualidad conceptual y de la insatisfacción, centrándose en que aprendamos, avancemos y mejoremos personalmente dentro de nuestra realidad subjetiva, siempre desde el punto de vista parcial de alguna determinada creencia concreta.
 

-11-
Sin embargo, tratar de despertar de este sueño retirando la atención del pensamiento y sus conceptos, que es donde se elabora la identificación y la interpretación subjetiva de la percepción, sí que puede conducirnos al final del error de creer ser la persona en el cuerpo guiada por el pensamientoaunque dejar a un lado el pensamiento nos parezca algo casi imposible de lograr y no sepamos muy bien ni siquiera cómo hacerlo.
En cualquier caso, no importa demasiado cómo lo intentemos, ya que nuestra misma decisión e intención de llevarlo a cabo, encontrará un camino afín a nosotros y lo convertirá en verdadero.
 
 

 
III. LA ILUSIÓN


-12-
El reconocimiento súbito de nuestra verdadera naturaleza original sin nombre ni forma, sucede cuando nos hacemos conscientes de que la atención se ha liberado de su fijación en el pensamiento y sus conceptos, que son abstracciones ideales definidas por comparación entre pares de opuestos, que no se corresponden con nada existente fuera del pensamiento mismo, ni con nada materializado en ningún mundo externo, común, objetivo y real compartido por todos, aunque así nos lo parezca.


-13-
Los pensamientos conforman e interpretan un universo conceptual paralelo, del que nosotros mismos formamos parte a través de la persona o ego, que tiene nuestro nombre y nuestra historia personal completa.
Con ese personaje creado en el pensamiento, nos identificamos totalmente, creyendo en consecuencia que vivimos dentro de un cuerpo físico individual camino a la muerte, que junto con la persona atraviesa interminables vicisitudes, que percibimos como propias, y que nos despiertan innumerables emociones y sentimientos que a su vez nos mueven a la acción, dentro de un continuo de causas y consecuencias que conocemos como karma.
Nuestra errónea identificación con la persona y el cuerpo, es precisamente la ilusoria creencia que nos atrapa en la insatisfacción y el sufrimiento de la existencia mundana.


-14-
Los pensamientos operan como un dios creador, dando vida a los contenidos conceptuales que forman el mundo y sus criaturas, al hacerlos perceptibles a través de los órganos de los sentidos, dotando a cada pieza de las características propias que la definen y diferencian de las demás, y elaborando una interpretación personal de las relaciones que se establecen entre ellas.


-15-
Con la atención liberada del pensamiento, podemos darnos cuenta de la diferencia entre percibir directamente todo tal cual es, sin división, valoración ni etiqueta conceptual alguna, y percibir el mundo subjetivo y personal creado e interpretado por los conceptos del pensamiento, donde cada parte está separada del resto y tiene sus características propias que la diferencian de todas las demás.
Y donde todo parece estable, permanente y real, aunque en verdad esté siempre en camino de llegar a ser, sin encontrar jamás un momento presente en el que detenerse a conseguirlo.
Pero cómo salir del pensamiento, si ni siquiera sabemos que vivimos atrapados entre sus contenidos?
 

-16-
Apartar la atención del pensamiento, es algo intelectualmente inconcebible que no consideramos racionalmente útil ni deseable, porque no vemos en qué puede ayudarnos, lo que parece ser abandonar por completo el control de nuestras vidas, que así suponemos que se encaminarían a un desastre seguro, ni se nos ocurre tampoco cómo hacerlo, pues desde niños nos condicionaron a estar permanentemente pendientes del pensamiento y sus contenidos, hasta el punto de que el hábito adquirido de hacerlo, nos impide siquiera imaginar que pueda existir una forma distinta de vivir.


-17-
También nos preguntamos, qué tipo de liberación podemos lograr renunciando al pensamiento, que es precisamente lo único que creemos que puede ayudarnos a dar respuesta a todas nuestras necesidades físicas o emocionales y a nuestras inquietudes intelectuales.
Y sobre todo, nos cuesta mucho aceptar sin prueba alguna y contra toda evidencia, que nuestra vida con todo lo que pensamos, hacemos, tenemos y somos, sea únicamente una creación subjetiva del pensamiento, basada en los conceptos aprendidos y que sólo percibimos nosotros.
 

-18-
Por eso, la mayoría lo descartamos de inmediato, para seguir otros caminos que nos ofrezcan lograr algo positivo que añadir a nuestras vidas, y el resto nos entretenemos tanto en tratar de comprender, preparar y planear el momento adecuado para intentar retirarnos del pensamiento, que al final nunca nos ponemos a ello.


-19-
Sentimos con razón, que la continuidad de nuestra vida personal, familiar y social como la vivimos actualmente, depende por completo de que estemos pendientes de nuestros pensamientos, para así poder tomar las decisiones y acciones adecuadas, y que no podemos permitirnos dejar de pensar para siempre, salvo renunciando antes al mundo, para irnos a vivir en alguna cueva en la soledad de las montañas.
 

-20-
Pero es que no se trata de dejar de pensar, de pasarnos el día sentados inmóviles en el suelo con las piernas cruzadas, y muchísimo menos de vivir con la mente en blanco, sino de retirar momentáneamente la atención de los pensamientos, no para caer en un oscuro vacío en el que aquello que conocíamos y que nos era tan querido y familiar desaparezca para siempre, sino para percibirlo directamente tal cual es sin personajes, sin argumento y sin interpretación alguna, y confirmar así directamente desde fuera del pensamiento, que el mundo real en el que creemos vivir, no es más que una historia imaginada, en la que nuestro personaje atraviesa todo tipo de situaciones y cuya interpretación automática, nos mantiene sin remedio en la insatisfacción y el desasosiego de la dualidad conceptual subjetiva del pensamiento.


-21-
Que la interpretación del mundo que elaboran los pensamientos, a partir de los conceptos que conocemos cada uno, sea algo subjetivo que sólo nosotros percibimos, no significa que no siga funcionando dentro del pensamiento como lo hizo siempre, ya que todos los elementos de la historia, incluido por supuesto nuestro personaje, están relacionados y se afectan unos a otros, hasta el punto de poder dañarse o desaparecer.
Basta con volver a llevar la atención al pensamiento, para que todo aparezca de nuevo ante nosotros como estuvo siempre, aunque nuestro punto de vista y nuestra identificación con sus contenidos, sí que podrían haber cambiado.


-22-
La historia de nuestro personaje no se detendrá, aunque dejemos de participar activamente en ella al retirar la atención del pensamiento, o solamente la observemos como sus silenciosos testigos, ya que si todo hubiera dependido siempre de nuestra voluntad como hasta ahora nos ha parecido, todos tendríamos la vida maravillosa que soñamos y nadie atravesaría penalidad alguna.


-23-
La diferencia está en que ahora podemos tomar distancia, y desidentificarnos de nuestro personaje y de su historia, lo que nos permite poder modificar la relación entre los elementos conceptuales que dan lugar a su interpretación automática, y manejar así mucho mejor las circunstancias, nuestros puntos de vista y nuestras reacciones ante ellas.
 

-24-
Se siente algo así como cuando despertamos de un sueño con agradables sensaciones o con la angustia de haber tenido una pesadilla, y dejamos fácilmente atrás su realidad ilusoria, para iniciar nuestra actividad cotidiana diaria.


-25-
Algo parecido a un videojuego, en el que percibimos una realidad virtual que nos hace sentir, pensar, emocionarnos, desear, temer, actuar, ganar o perder, a tenor de lo que le va sucediendo al personaje con el que nos identificamos, al entregarnos plena y voluntariamente al juego, hasta casi olvidar que no somos el personaje, sino quien juega frente a la pantalla con el mando en la mano.


-26-
Similar también, a involucrarnos intelectual y emocionalmente en el argumento de un libro o una película, hasta el punto de reproducir en nosotros las vivencias ilusorias de sus personajes, olvidando que solo son personajes ficticios, o actores representando algún papel.


-27-
Incluso un susto repentino del relato, puede hacernos reaccionar rompiendo sin querer algún objeto de nuestro entorno, que lamentablemente permanecerá roto cuando la narración haya terminado.
 

-28-
Si tuviéramos que dejar de lado la trama de la historia que nos absorbe, para hacernos cargo de algún asunto de nuestra vida cotidiana que en ese momento reclamase nuestra atención, una vez resuelto, seguramente volveríamos a la trama de la película, del libro o del videojuego, tratando de recuperar el argumento cuanto antes, como ocurre cada vez que por alguna razón retiramos espontáneamente la atención del pensamiento y cedemos luego a la tentación irresistible de volver a seguir pensando en los asuntos de nuestra interminable historia personal.
 

-29-
Aunque nadie confundiría permanentemente la ficción del libro, la película o el videojuego con su vida personal, sí confundimos el personaje que interpreta el guión del mundo armado por el pensamiento, con la toma de consciencia de la percepción directa de todo tal cual es, despojado de cualquier posible interpretación añadida.


-30-
Algo que percibido sin la intermediación de la interpretación de los pensamientos, nos parece un vacío carente de todo interés y sentido, del que huir cuanto antes, para abrazar de nuevo los estímulos que nos producen las historias entretejidas por los pensamientos, y que nos hacen sentir tantas alegrías, placeres, incertidumbres, inseguridades, insatisfacciones y temores.


-31-
Entonces, para qué tomarnos el trabajo de despertar del sueño del pensamiento, si sólo vamos a conseguir despojar a la existencia de toda la ilusión, los estímulos y el significado que tiene para nosotros?
Y si no somos la persona que lleva nuestro nombre, ni el cuerpo que habitamos, qué somos entonces, nada?
Aunque no siempre sea agradable y satisfactoria para la mayoría de nosotros, nuestra historia personal nos parece mucho mejor que lo que erróneamente creemos que es su única alternativa posible, esto es, vivir para nada una vida vacía, dando la espalda a todas las maravillas de la existencia y vagando por ahí perdidos en soledad, sin pensar en nada y sin rumbo alguno.
 

 
 
IV. EL REMEDIO


-32-
Tras el esfuerzo y el tiempo que nos tome a cada uno retirarle la atención y el interés al pensamiento conceptual, lo cual depende de lo atrapados que creyéramos estar en nuestra historia personal, y del empeño y la dedicación que pongamos en ello, todo acabará igualmente en un instantáneo darse cuenta sin más, tras el que podremos elegir cuándo percibir en plenitud y gozo liberados de toda inquietud fuera del pensamiento, y cuándo volver a enfocarnos en el pensamiento conceptual, solo que esta vez para vivir en adelante como guionistas de la historia de nuestro personaje, creando para él un entorno a medida con posibilidades casi ilimitadas, sin todos los condicionamientos que arrastrábamos y que nos limitaban al estar identificados por completo con él.

 
-33-
Nuestra historia ya no será única, inevitable y definitiva como nos parecía, sino flexible y modificable a voluntad en gran medida, ya que ahora podremos cambiar casi por completo sus elementos y contenidos, nuestro personaje, nuestras creencias, nuestra actitud o nuestros puntos de vista todas las veces que sean necesarias, solo con prestar nuestra atención a unos contenidos o a otros, con lo cual también cambiará nuestro mundo y nuestra vida entera, sin que ello suponga ya una traición a nosotros mismos, ni un perjuicio para nadie, como nos habría parecido anteriormente.


-34-
Entonces sabremos,
 que la interpretación del pensamiento es una manera magnífica de organizar lo que percibimos, para hacerlo más comprensible y manejable, dentro de un espacio entre aquí y allí, en un tiempo desde antes, por ahora y hasta después, en los que experimentar a través de un personaje o persona, que recordando de dónde viene, lo que ha hecho y quién ha sido, aprende y cosecha lo sembrado trazando con intención y deseo sus objetivos en senderos por recorrer, gracias al principio de acción y reacción que llamamos karma y que sólo opera en la aparente continuidad del pensamiento conceptual.


-35-
Tal vez los elementos inconscientes comunes, dibujen los paisajes compartidos que se rigen cíclicamente, las fuerzas kármicas subconscientes establezcan nuestras diferentes apariencias particulares, y las interpretaciones personales determinadas por los contenidos psíquicos individuales que entretenemos, nos hagan ser conscientes de emocionarnos y de sentirnos bien o mal.


-36-
En realidad, la vida se va desenvolviendo por sí misma desde siempre, sin necesidad de nuestra intervención consciente, ajena a nuestros deseos y a nuestro control, algo que todos podemos confirmar sólo con abandonar la creencia de estar ejerciendo ese control, que creemos tener desde nuestros pensamientos, y dándonos cuenta de que somos simplemente, el resultado de la interpretación subjetiva que generan automáticamente sus contenidos.
Aceptar la vida por completo tal y como es y fundirnos con su espontáneo fluir, nos inunda de armonía, y nos evita el sufrimiento que nos causa resistirnos a ella guiados por el pensamiento, por lo que abandonarnos a sus designios, nos reporta la dicha y la paz permanentes, y puede constituir la decisión más acertada que podamos tomar en esta vida.

 
-37-
Algo que no entra en contradicción con poder transformar casi por completo nuestras vidas, usando la razón y el sentido común, procurando siempre ajustar nuestros puntos de vista a lo correcto, que es aquello que se corresponde exactamente con las circunstancias de cada situación que enfrentamos, y que no genera karma o consecuencias extraordinarias, facilitando así que vaya decreciendo la inercia de las fuerzas que alimentan nuestra historia personal, y que su trama se vaya desenredando y liberándonos de tener que mantenerla con nuestra presencia y esfuerzo continuos, acercándonos poco a poco a la liberación definitiva del condicionamiento conceptual.

Para conocer más sobre la acción correcta, ver mi blog:

 
-38-
Hay una regla sencilla, todo lo que hay detrás o además de lo evidente, está en el pensamiento conceptual.
Y es allí, donde se dota a lo que es sin más, del contenido añadido cuya interpretación despierta en nosotros las emociones que nos mueven a actuar, transformando así la plenitud, la dicha y la paz permanentes de nuestra naturaleza original, en la trama siempre insatisfactoria, provisional y en perpetuo cambio, del mundo que nos muestra el pensamiento.
 

-39-
Como un niño jugando con un montón de piedras en el campo, mientras junto a él, su padre de profesión gemólogo, clasifica intelectualmente cada piedra, acudiendo con el pensamiento a los conceptos que conoce, para interpretar con ellos un pedazo de la historia del lugar, que inmutable los contiene a los dos.
Por qué hay que privar al niño de los conocimientos del adulto, en honor a una pretendida espiritualidad, o privar al adulto de la posibilidad de retirarse momentáneamente de sus pensamientos, conocimientos y cultura personal, para volver a ver el mundo con la inocencia y frescura de los ojos de un niño?
 

-40-
Tras liberarnos repentinamente del pensamiento conceptual, percibimos directamente, eludiendo la interpretación conceptual anteriormente impuesta, y recuperamos la capacidad de entrar y salir del pensamiento a voluntad, mediante el manejo de la atención, lo que nos brinda la posibilidad de reordenar los contenidos psíquicos, y remodelar totalmente nuestra persona cual avatar a medida, reprogamando por completo nuestras vidas, esta vez de manera más satisfactoria, consciente y acorde al devenir.
 

 
 
V. REPROGRAMANDO


-41-
Entre aceptar la indignación y la ira que despierta en nosotros, que en nuestra historia personal alguien nos insulte, tomar automáticamente una piedra y abrirle la cabeza, o detenerse un instante para eludir esas intensas emociones y poner la otra mejilla, existen infinidad de registros que todos podemos encarnar, y recursos que usar para cambiar nuestra actitud y reinterpretar racionalmente cualquier situación dada.

 
-42-
Emociones como la ira, el odio o el amor no son nuestras, al igual que no son nuestros los pensamientos.
Aparecen en nosotros cuando se dan las condiciones adecuadas, pero necesitan de nuestra aprobación para salir a la luz y desarrollarse, por lo que acaban desapareciendo a falta de nuestra atención e interés, que son su único alimento.
Si dejamos que las emociones y los pensamientos tomen forma a través nuestro siempre que aparezcan, cobrarán fuerza y se darán más frecuentemente las circunstancias que justifiquen que seamos arrastrados a la acción, perdiendo con el tiempo en favor de los hábitos, nuestra voluntad para ejercer algún tipo de control sobre ellas.
Pero si impedimos o administramos su salida, podremos elegir y dirigir en gran medida su aparición y desaparición, dentro de nuestra historia personal.

 
-43-
En la interpretación única y personal que cada uno percibimos, de las situaciones y acontecimientos que vivimos, y que podemos modificar voluntariamente cambiando de actitud y adoptando puntos de vista distintos, está la clave para que un estímulo sea considerado positivo o negativo para nosotros, y nos despierte la emoción correspondiente que pueda movernos o no a la acción.
Despojadas de nuestra interpretación personal, los argumentos de las historias nos son ajenos y carecen totalmente de interés.

 
-44-
Igual que durante la película en la que estábamos inmersos, reproducíamos realmente en nosotros las emociones fingidas de los actores, es la ira también ajena, la que golpea violentamente con la piedra al otro a través nuestro, y sus consecuencias las que nos harán lamentarnos arrepentidos, cuando el arrebato emocional haya pasado.


-45-
Pero no hay personas, sólo estímulos, interpretaciones, emociones e historias, con las que nos identificamos en la creencia de que se originan y desarrollan dentro de nosotros, en respuesta a los sucesos que el pensamiento nos presenta, en un mundo aparentemente objetivo y real que compartimos con todos los demás, y que sin embargo es solo de su propia creación.

 
-46-
Ejemplo de ello, son los montones de maravillosas cosas deseadas por los atributos con los que el pensamiento las reviste, y que cuando por fin son conseguidas, demuestran antes o después ser solo cosas a sustituir por otras cosas.

 
-47-
Y tantos otros objetos, situaciones o personas, cuyo atractivo o rechazo reside únicamente en los pensamientos y sentimientos con los que subjetivamente los adornamos.

 
-48-
Nadie que viera nuestro cuerpo pasar caminando por la calle, sospecharía los contenidos conceptuales particulares que podemos estar manejando en ese momento en nuestra realidad conceptual paralela del pensamiento, ni cómo su interpretación automática y personal, nos puede estar haciendo sentir.


-49-
Lo percibido, no tiene partes separadas con características propias que las diferencien de todo lo demás, hasta que el pensamiento divide imaginariamente el todo no dual en pedazos independientes y se las atribuye, entonces cada trozo cobra vida como un objeto individual definido y diferenciado conceptualmente del resto, y pasa a formar parte de la interpretación subjetiva de nuestra historia personal, que los junta o separa del resto por afinidad o conveniencia.


-50-
Pero a pesar de esta aparente multiplicidad compuesta por innumerables formas distintas, al margen de los conceptos del pensamiento, todo sigue siendo la no dualidad misma, un solo todo sereno, indiferenciado y sin forma concreta, vacío de cualquier contenido y ajeno a toda posible interpretación, que incluye al pensamiento mismo con todas sus funciones.

 
-51-
Cuando nos damos plena cuenta de que todo es algo sin forma ni nombre, indiferenciado y vacío de contenido, con características propias, la pretendida realidad del pensamiento conceptual, compuesta por lo que parecía ser la materialización de un conjunto de objetos físicos independientes, en un mundo objetivo común compartido por infinidad de individuos, no nos despierta más el rechazo ni el deseo, al mostrarse como lo que es, un montón de conceptos del pensamiento, cuya relación con nosotros depende de la interpretación que este les adjudique, dentro de la historia personal del personaje con el que hemos dejado de identificarnos.
Así, el poder de los pensamientos sobre nosotros va decreciendo y un día simplemente dejan de interesarnos, o incluso dejan de aparecer.

 
-52-
No importa tanto si podemos o no determinar los elementos que hay en un preciso lugar en un tiempo concreto, ni si podemos intentar eliminar lo que rechazamos o materializar lo deseado, si somos capaces de elegir a qué parte conceptual prestar atención, dándole así su ilusoria individualidad subjetiva, y a qué parte retirarle la atención, para provocar la interpretación automática que nos haga sentirnos de una manera u otra, mientras dejamos agotar espontáneamente la inercia que sostiene el acontecimiento aparentemente ininterrumpido, que constituye nuestra vida.
 
 

 
VI. LAS HERRAMIENTAS


-53-
El pensamiento es una herramienta maravillosa, pero no un lugar donde vivir.
Renunciar a utilizar sus funciones, como a veces se nos aconseja desde la pretendida espiritualidad, es un desperdicio innecesario e imperdonable, fruto de las creencias subjetivas de quienes así lo recomiendan.
Pero pasarnos la vida prestando atención únicamente al pensamiento conceptual y al diálogo interno, dependiendo pasivamente de sus interpretaciones subjetivas e interesadas, trae como consecuencia toda la insatisfacción y el sufrimiento de la existencia.

 
-54-
El pensamiento no es el problema, sino cómo lo utilicemos.
Podemos usarlo para resolver los asuntos prácticos de la vida cotidiana, o para la creación y combinación de conceptos, con los que imaginar un mundo subjetivo paralelo en el que crear nuestra propia realidad o dejarnos arrastrar por ella.
Podemos usar el razonamiento, que junto con la discriminación, la introspección y la intuición, pueden conducirnos con la guía de la intención, hasta el mismo límite del pensamiento conceptual.
Y también podemos liberarnos en la rendición y entrega completas a dios, al absoluto, al universo o al devenir.

 
-55-
Ignorantes de nuestra naturaleza verdadera vivimos, cuando como dormidos en un sueño nos dejamos arrastrar por el hábito de permanecer permanentemente pendientes del pensamiento, siempre en movimiento y tratando de llegar a ser algo distinto de lo que ya somos, arrastrados por las impredecibles emociones a que nos somete la interpretación de la historia personal que consideramos nuestra.
Despiertos, cuando decidimos y disponemos voluntariamente los elementos psíquicos a manejar, y sin identificarnos ni involucrarnos con ellos, dejamos que sigan su curso, mientras siendo uno con el devenir, disfrutamos la experiencia de la percepción directa.
Pero también esta ilusoria dualidad entre dormidos y despiertos, puede ser superada.
 

 
 
VII. EL DESPERTAR



-56-
Desde el índice de este blog, podemos simplemente presionar en sus nombres, para acceder a breves resúmenes de mis propias traducciones de la esencia de las enseñanzas de más de sesenta maestros de diferentes épocas y creencias, que coinciden en confirmarnos que reconocer nuestra verdadera naturaleza y disfrutar de la iluminación suprema, no es algo extraño, difícil ni complicado.


Entre las palabras aparentemente distintas entre sí que utilizan, podremos intuir su forma común de aconsejarnos cómo apartarnos momentáneamente del contenido conceptual del pensamiento, para experimentar la liberación en la no dualidad, sin necesidad de tener que leer sus obras completas y arriesgarnos así a quedar atrapados en las distintas expresiones conceptuales y prácticas que cada uno usa, por buenos que sean sus resultados y lo mucho que mejoren nuestras vidas.

 
-57-
Este sencillo reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza original, no es un objeto más del conocimiento intelectual reservado solo a unos pocos extraordinariamente preparados o destinados a ello, a los seguidores de alguna creencia, filosofía o religión en particular, ni a los practicantes de algo en concreto.

 
-58-
Es por el contrario algo natural, sencillo, simple y siempre posible para cualquiera, que sucede cuando nos hacemos conscientes de que la atención se ha retirado del pensamiento conceptual, centrándose en sí misma, o de que la cadena ininterrumpida de pensamientos se ha detenido por un instante y ha liberado nuestra atención, permitiéndonos comprobar que vivíamos atrapados y a merced de la interpretación de un relato personal, que erróneamente considerábamos la única realidad posible.

 
-59-
Lo más difícil, es esquivar los caminos más populares y mejor considerados socialmente, que nos ofrecen alimentar el pensamiento con más conceptos y conocimientos, o los que nos invitan a convertirnos en algo mejor o a pasarnos la vida esforzándonos por mantener un determinado estado de ser, realizando algunas practicas concretas, mientras evitamos y rechazamos otras.


-60-
Si quien ya la ha reconocido, nos señala directamente nuestra mente original, podemos también reconocerla fácilmente nosotros y confirmar de primera mano, que nuestra naturaleza vacía sin nombre ni forma, se transforma libre e ilimitadamente en todo aquello en lo que se enfoca la atención, tomando provisionalmente cualquier forma o apariencia posible, sin perder jamás su esencia no dual vacía al hacerlo.
 

-61-
Para retirar la atención del pensamiento, no hacen falta entrenamiento ni preparación alguna, porque no solo somos todos capaces de hacerlo ahora mismo empleando la voluntad, sino que ya lo hacemos a menudo sin darnos cuenta, cuando por ejemplo alguien nos llama desde lejos y dejamos de lado lo que estábamos pensando, para quedar atentos a lo que nos van a decir.
Precisamente en este momento, estamos en la mente original y ahí podríamos vivir sin necesidad de acudir de nuevo a los pensamientos, mientras la manifestación se desenvuelve espontáneamente y cuida de sí misma.

 
-62-
También retiramos voluntariamente la atención del pensamiento, cuando estamos concentrados en alguna actividad que requiere nuestra atención plena, y no podemos ponernos a pensar en nada más, algo que muchas veces hacemos también, para dejar de darle vueltas a algún asunto en particular.


-63-
Además, la atención puede desprenderse del pensamiento tras un suceso dramático, durante una intensa inquisición intelectual, debido a un cambio drástico de vida, o de un modo espontáneo sin más.
Y es que entre dos pensamientos, siempre hay un espacio vacío, aunque al sucederse ininterrumpidamente parezcan estar unidos unos a otros.


-64-
Claro que después, siempre regresamos a los estímulos de la historia urdida por los pensamientos y la seguimos alimentando sin cesar, en la creencia de que esta es la única manera posible de vivir, ya que de los pensamientos depende por completo toda nuestra vida como personas.


-65-
En cualquier caso, el objetivo señalado por todos los maestros aquí reunidos, es hacernos conscientes de la diferencia entre la percepción del mundo del pensamiento como sujetos y la percepción directa sin nombre ni forma desidentificados de todo, evitando el error fundamental de confundir las dos.
 

 
 
VIII. LA LIBERACIÓN


-66-
La clave, es que la atención inconscientemente habituada a permanecer presa del pensamiento conceptual, se desprenda de su fijación, para regresar a su estado de libertad natural.


-67-
Entonces, lo ideal es dejar que la atención vaya y venga libremente, sin quedarse atrapada en nada nunca más, porque vivir confiadamente sin nombre ni forma, con la atención en libertad, y sin transformar voluntariamente la mente original en los objetos del mundo y el pensamiento, ni tratando tampoco de evitarlo, nos concede por fin la liberación en el vacío esencial de nuestra verdadera naturaleza original.

 
-68-
Aunque necesitemos cierto tiempo de maduración antes de establecernos en la mente original desinteresados por completo de los pensamientos, vivir así nos descarga definitivamente de todas las dudas, necesidades, preguntas e inquietudes que nos generaba el argumento ilusorio en el que vivíamos, al permitirnos el acceso a la plenitud, la dicha y la paz imperturbables del estado no dual natural de la mente.

 
-69-
Fijamos por un instante la atención en el pensamiento  y el mundo con nuestro personaje y todas sus vicisitudes aparece ante nosotros, para que lo conformemos a voluntad, o para dejarnos arrastrar pasivamente por su interpretación.


-70-
Retiramos la atención del pensamiento, y nuestra naturaleza no dual brilla de nuevo inalterable y serena.
La enfocamos en el paisaje, y allí están las montañas, los ríos y el inmenso cielo azul.


-71-
La mente puede transformarse y reflejar libremente todo aquello en lo que se enfoca, sin perder jamás su vacío primordial durante el proceso.
Somos lo que creemos ser, como resultado de los contenidos de nuestra memoria, y podemos cambiar una creencia por otra, simplemente añadiendo nuevos conceptos o recombinando los ya existentes.
Sin nombre ni forma, somos la capacidad de identificarnos con un concepto, adoptar su forma, asumir sus características y experimentarlo por completo, o de permanecer serenos en la quietud original.

 
-72-
Desidentificarnos de todo, para regresar a la mente original y reconocer nuestra propia naturaleza, nada nos añade o nos resta, ya que nada ni nadie nos la puede dar o quitar.
Por eso, no tiene sentido aspirar a permanecer en el silencio del vacío, evitando la maravillosa manifestación de la existencia, cuando todo sin excepción es la no dualidad misma, nuestra verdadera naturaleza, fuera de la cual no puede haber nada más.


-73-
Reconocer nuestra naturaleza, es solo darnos cuenta de cómo ha estado siendo todo desde siempre, al margen de los estímulos, intenciones, expectativas, interpretaciones y creencias conceptuales del personaje del relato imaginario que absorbía toda nuestra atención y que nos causaba tanta insatisfacción, y confirmar cómo la vida se vive a sí misma en dicha y paz y todo es siempre espontáneamente lo que es.
 

-74-
Rendirse por completo, para entregarse sin intención ni límite alguno, al espontáneo estado de gozo resultante de la percepción del vacío esencial de la existencia, en el que todo cabe y la mente fluye absolutamente libre, constituye la iluminación suprema, porque ya no hay nada más allá.



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NOTA
Mi historia personal se inicia en 1959.
Tras una niñez oscura y una adolescencia
complicada, el reconocimiento del estado mental
original me llega a los 23 años, fruto de una intensa búsqueda hasta confirmar que el ego no había existido jamás, como afirmó Buda.
A los 28 años recibo la ordenación de bodisatva por la rama
budista Soto Zen, pero elijo seguir el amable karma que me
lleva al disfrute sereno de una vida en sociedad,
sin privarme absolutamente de nada,
que con el tiempo se ha transformado en la
tranquila jubilación que ahora me acoge.

Con mis blogs libres y gratuitos, no pretendo
que nadie acepte ni ponga en práctica
sus contenidos para lograr nada en concreto.
Simplemente he reconocido mi Verdadera
Naturaleza Original como tantos otros
y me expreso libremente al señalarla,
despojada de toda religiosidad, espiritualidad
y demás dificultades añadidas, pues es simple
y naturalmente lo que desde siempre todos somos.